Thursday, September 25, 2008

Síndrome de Piernas Inquietas

Cuadro neurológico de alta prevalencia de 5 a 10 % de la población, llegando a 2.5 % a ser una molestia que altera la calidad de vida. Se caracteriza por la sensación de calor e incomodidad que obliga al movimiento incontenible de los pies en reposo, que se acentúa durante la noche.
Llega a originar en quien lo posee somnolencia diurna en 50 % e hipersomnia franca en un 27 %.
Las principales características son:
1. necesidad irresistible de mover las piernas por sensación de molestia
2. comienza o aumenta durante el reposo
3. se alivia con actividad motora
4. tiene un ritmo diario (circadiano) de aumento en las tardes o noche.
5. Se asocia a trastorno de sueño como insomnio de conciliación, despertar nocturno, fatiga y somnolencia diurna
6. Aumenta con la edad
7. Historia familiar con incidencia de 40% en primer grado
8. 80% predomina en las piernas

En los niños son diagnostico diferencial de patologías como dolor de crecimiento y déficit atencional.
Las personas a menudo describen las sensaciones como quemantes, como si algo se les jalara o se les deslizara, o como si insectos treparan por el interior de sus piernas. Estas sensaciones, a menudo llamadas parestesias (sensaciones anormales) o disestesias (sensaciones anormales desagradables de un estimulo), varían en gravedad de desagradables, a irritantes, a dolorosas.
El neurólogo, especialista que estudia y trata esta enfermedad, debe descatar la presencia de los siguientes desencadenantes:
· Las personas con niveles bajos de hierro o con anemia pueden tener una tendencia a desarrollar Piernas Inquietas. Una vez que se hayan corregido los niveles de hierro o la anemia, los pacientes pueden ver una disminución en los síntomas.
· Las enfermedades crónicas como la falla renal, la diabetes, la enfermedad de Parkinson, y la neuropatía periférica están asociadas. Cuando se trata la enfermedad principal a menudo se obtiene un alivio de los síntomas de piernas inuietas.
· Algunas mujeres embarazadas sufren de piernas inquietas, especialmente en su último trimestre. En la mayoría de estas mujeres, los síntomas generalmente desaparecen a las 4 semanas del parto.
· Algunos medicamentos-como las drogas para prevenir la náusea (proclorperazina o metoclopramida), las convulsiones (fenitoina o droperidol), las antipsicóticas (haloperidol o derivados de la fenotiazina), y algunos medicamentos para el resfrio o las alergias-pueden agravar los síntomas. Los pacientes pueden consultar sobre la posibilidad de cambiar los medicamentos.