Una de cada
seis personas sufrirá en algún momento de su vida un ACV, afección que debe ser detectada rápidamente. Algunos de los
síntomas son falta de sensibilidad, debilidad o parálisis de las extremidades
de una lado; problemas repentinos para hablar o entender; pérdida de memoria o confusión subita;
dificultades para ver o caminar; y dolor de cabeza intenso, entre otros.
La rápida detección
de un ataque cerebral logra una consulta
de urgencia para detectar si corresponde a un aviso (crisis isquémica
transitoria), un derrame (hemorragia cerebral o una trombosis (infarto
cerebral).
Especialmente el infarto cerebral tiene la posibilidad durante el periodo de ventana
terapéutica lograr usar de un fármaco que destruya el coágulo y destape el vaso cerebral
ocluido (trombolisis) logrando salvar el territorio cerebral con problema de irrigación.
Igualmente la
atención médica adecuada implica tratar al afectado en una unidad capacitada para
prevenir complicaciones, rehabilitar las funciones afectadas, realizar el
estudio etiológico e iniciar la prevención secundaria de un futuro nuevo accidente
cerebro vascular. Estas salas son las UTAC, que se encuentran en los centros
hospitalarios con capacidad resolutiva para el manejo de estos eventos
cerebrales agudos.
Este 29 de
Octubre de 2012 se conmemora el día mundial del accidente cerebro vascular, y
nos encuentra en un momento clave para lograr la correcta atención de esta patología
en nuestro centro de referencia de salud. Cada ciudadano se merece tener un
centro de referencia con capacidad resolutiva en el plazo adecuado para
resolver esta grave enfermedad que deja muertos y secuelados a muchos de
nuestros vecinos.