Cada cierto tiempo parece que aparecieran nuevas
enfermedades, pero en la realidad es que al difundirse se detectan la causa de
una enfermedad desconocida o de baja incidencia. Ocurrió con el virus Hanta y
la fiebre del Nilo Occidental hace unos años.
Actualmente la enfermedad que
causa el virus Zika está sembrando el pánico, pero es una de tantas encefalitis
por artrópodos que existen en el mundo.
El virus Zika forma parte de los arbovirus, o enfermedades
virales producidas por artrópodos. Los artrópodos constituyen
el filo más numeroso y diverso del reino
animal. El término incluye animales invertebrados dotados de un esqueleto
externo y apéndices articulados; como
son los insectos, arácnidos, crustáceos y miriápodos,
hay más de 1 200 000 especies descritas, en su mayoría insectos.
El virus del Zika o
simplemente ZIKA es un virus del género Flavivirus,
de la familia Flaviviridae, que se transmite por la picadura de mosquitos vectores del género Aedes.
En
los seres humanos produce la fiebre
de Zika, la cual se conoce desde la
década de 1950 como proveniente de la región ecuatorial que abarca de África a
Asia. En 2014, el virus se propagó al este a través del Océano Pacífico hacia la Polinesia Francesa, y después hacia la Isla de Pascua para llegar en 2015 y 2016 a América Central, el Caribe y América
del sur, donde el brote epidémico
de Zika ha alcanzado niveles pandémicos.
La enfermedad
produce síntomas similares a formas leves de dengue, su tratamiento consiste básicamente en
el reposo, y en la actualidad no
existen medicamentos o vacunas para su prevención. La fiebre de Zika está relacionada a
otras enfermedades similares como la fiebre
amarilla y la fiebre del Nilo Occidental, las cuales
también son producidas por otros Flavivirus transmitidos por mosquitos.
Su clínica más grave es en los fetos, donde se produce una
severa meningoencefalitis prenatal equivalente a los daños del TORCH (un tipo de infección materna prenatal que afecta al feto en gestación) que se evidencia al nacer con una
atrofia cerebral severa con dilatación ex-vacuo de los ventrículos y algunas
veces con calcificaciones corticales cerebrales en su presentación más grave, quedando un recién nacido microcefálico con parálisis cerebral.